El niño Jesús como nosotros aprendió la sencillez, acogimiento, la entrega y la fe incondicional a Dios de su madre la Virgen María. Imaginemos un día en la vida de María.
“Después de cenar, cuando ya todo está recogido y limpio, María se sienta en un almohadón a calentarse. El niño Jesús busca el cobijo tibio del regado de su madre y se acurruca como un polluelo. María deja su labor y abraza a su hijo destrenzándole con sus dedos los cabellos revueltos. Jesús dice:
- ¡Qué bonito es el fuego, Mamá!
- Vamos a jugar a las palabras. Contemplamos la llama y le ponemos un nombre. Empiezo yo… Luz
- Quema si te acercas
- Calor
- Hace la comida más rica
- Amable
- No se puede apagar soplando
- Imprescindible
- Oye mi niño ¿y si ahora dijeramos lo mismo de Dios? Acuerdate que se le apareció a Moisés en aquella zarza ardiendo
- ¿Por eso se está tan bien contemplando el fuego?
- Dios después de hacer que el hombre parecido a Él como una figurita de barro, le metió dentro del cuerpo una llamita para que le diese luz y calor.
María inclinó la cabeza y apoyó su oído en el pecho de Jesús y dijo:
-¡Qué calentito está!
María como madre afectuosa le enseña a Jesús a través de su realidad la presencia de Dios en pequeñas cosas como el fuego y le hace entender que éste se encuentra en su corazón. María desde el cielo sigue cuidándonos velando por nosotros y se hace presente en cada uno de nuestros corazones, por eso:
!
María hoy te queremos dar gracias por tantas cosas:
Gracias por tener una escuela y unos profesores que nos quieren y nos enseñan a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Todos: GRACIAS MADRE
Gracias por la vida maravillosa en la que disponemos de todo lo que necesitamos como salud, alimento, una familia..
Todos: GRACIAS MADRE
Gracias por decir SÍ a Dios, esperemos nosotros estar siempre dispuestos a decir SÍ en nuestra vida.
Todos: GRACIAS MADRE
Gracias por la amistad, la paz y el amor que nos acompaña y del que disfrutamos en nuestro día a día.
Todos: GRACIAS MADRE
María:
Hoy te queremos invocar con el nombre más bonito;
queremos llamarte MADRE.
Queremos pedirte que estés cerca de nosotros.
Que cuides de nosotros
como cuidaste el de Jesús.
Queremos acordarnos de ti y sentirte cerca
en nuestros momentos difíciles;
y también, en los momentos fáciles y gozosos.
Ojalá sepamos quererte como te quería Jesús.
Ojalá sepamos imitarte en decirle sí a Dios.
Ojalá elijamos en todo momento lo que es bueno y sincero, como elegiste tú.
¡María Madre de Jesús y Madre Nuestra,
ruega por nosotros
Hola Cris soy Aroa. podrias publicar el enlace de las meninas del grupo 4.?
ResponderEliminarGracias